El tomate es el fruto de la planta conocida como tomatera, una especie herbácea que pertenece a la familia de las solanáceas y es nativa del continente americano. Los tomates son bayas de color rojizo que se caracterizan por su pulpa con múltiples semillas y por su jugo.
¿Como se siembra?
Es posible sembrar las semillas directamente en la tierra o bien optar por un almácigo, es decir una maceta o bandeja en donde la planta comenzará a crecer para luego ser trasplantada cuando tenga aproximadamente 15 cm. La mejor época para la siembra es al final de la primavera. Lo importante es contar con suelos ricos en nutrientes, Otro aspecto importante es la exposición al sol. Hablamos de una planta que necesita de los rayos solares para crecer por lo que debes elegir cultivarla sólo si tienes un huerto con al menos seis horas de sol al día. Al momento de regar, se recomienda verter bastante cantidad de agua pero evitando el exceso de humedad. El truco es sencillo: no regarla frecuentemente pero sí ser generosos al hacerlo.
¿Como se cosecha?
La cosecha del tomate comienza hacia las 10 o 12 semanas luego de la siembra. Es escalonada y se realiza a medida que los tomates comienzan a madurar. Es importante recolectar los frutos antes de que lleguen las primeras heladas. Si algunos aún están verdes, lo mejor será recogerlos igual y luego depositarlos sobre paja en una habitación, aislados de otros cultivos, para así continuar con su proceso madurativo.
Sus plagas o enfermedades.
Entre las plagas y enfermedades más comunes del tomate están la Araña roja, la Mosca blanca, el Pulgón, los Gusanos de suelo, la Ceniza, la Alternariosis del tomate o diferentes virus y bacterias. Es más común que aparezcan en plantas de tomate de invernadero que en aquéllas cultivadas al aire libre. Para evitar plagas y enfermedades se recomienda: